Por: Bruno Helguero - Gerente de Marketing y Presidente del Directorio
Si el 93% del éxito de una persona se debe a la inteligencia emocional, todo emprendedor debe entender cómo dominar este arte y aprender a proyectarse de forma campeona.
¿Cuáles son los errores que todo emprendedor debe evitar?
1. Tener como fin hacer dinero y mal manejo de finanzas personales
Al inicio todas las marcas comienzan con recursos limitados y los emprendedores deben hacer numerosas maniobras para lograr que el dinero rinda. Todos estamos ansiosos para que llegue el momento en el que el sueldo sea jugoso. Sin embargo, un gran error del empresario es solo pensar en el billete. Todo emprendimiento debe enfocarse en el crecimiento de la marca a largo plazo.
Si estás a punto de iniciar tu negocio, recuerda que lo más importante es administrar tus finanzas personales y no mezclarlas con las finanzas del negocio.
2. Tener poca inteligencia emocional
En un camino lleno de incertidumbre, lo que va a marcar la diferencia es la inteligencia emocional. Este ultimo punto marcará la diferencia de un emprendedor y un empresario.
¿Por qué es tan importante tener control sobre las emociones? Porque, como emprendedor, te van a decir que no, te van a rechazar y pondrán en duda tus ideas. Para esto hay que prepararse.

3. Creer que la imagen no vale
Recuerda que la comunicación que más peso tiene en las relaciones es la no verbal y uno de los errores del emprendedor es no tener en cuenta de qué forma se está vendiendo. Nadie compra un producto que tenga un empaque de mal aspecto; lo misma aplica en el mundo de los negocios.
4. Enfocarse 100% en la competencia
Hacer un ejercicio de benchmarking es esencial, pero uno de los errores del emprendedor también es caer en trampas como competir por precio. Ver a los competidores como referente sirve porque es una forma de encontrar espacios para la innovación, pero no te dejes cegar solo teniendo en cuenta lo que hacen los otros.
5. Enamorarse 100% de una idea
Este es tan común como peligroso: La mayoría de los emprendedores confunden la persistencia con la terquedad; hay que saber cuándo desistir. Si ves que no hay buena respuesta del mercado o los recursos no están alcanzando, puede que sea hora de hacer una pausa.
